Sólo
como guerrero puede uno soportar el camino del conocimiento. Un
guerrero no puede quejarse o lamentarse por nada. Su vida es un
interminable desafío, y los desafíos no pueden ser bueno o malo.
Los desafíos son simplemente desafíos.
Cuando
un guerrero aprende a detener el diálogo interno, todo es posible;
los más rebuscados planes están al alcance de la mano.
Un
guerrero asume la responsabilidad de sus actos, hasta de los actos
más triviales. Un hombre promedio nunca asume la responsabilidad de
lo que hace.
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